La última parte es más conceptual. Si bien los dos primeros bloques tratan de generar ambientes basados en la repetición, en la opresión, con una estética post industrial. Queriendo generar un sentimiento angustioso, comúnmente generado en ámbitos laborales.
Esta última parte ha querido demostrar como una técnica cercana al taylorismo, pero aplicada al mundo de la imagen, consigue desvirtuar, modificar y trastornar una imagen previamente dotada de una cierta belleza. En otras palabras, he sometido a una serie de imágenes a unas modificaciones absolutamente idénticas a cada una de ellas, utilizando automatismos por lotes de Photoshop. De esta manera y sin tener en cuenta los factores pictóricos de la fotografía de origen, se ha sometido a cada una de ellas al mismo trato que las otras, sin ningún tipo de criterio humano.
